Tantos testimonios, tantas personas que sufrieron bajo el régimen del fujimorismo. Persecuciones, asesinatos, robo, esterilizaciones forzadas, mentiras, corrupción, cierre de medios de comunicación, violencia…Todo eso y más fue la dictadura del régimen fujimorista y 24 años después la hija del dictador amenaza con volver y continuar lo que su padre empezó. Keiko no es su padre, pero ella encarna todo lo que fue el fujimorismo de antaño. Fue y es cómplice activa de esa ideología que llevo a su padre a ser el séptimo gobierno más corrupto del mundo. Keiko no es su padre pero sus vínculos con los antiguos colaboradores de éste son más que claros, ella no es su padre, pero nunca deslinda de los crímenes que se cometieron en su gobierno, y al igual que él con Montesinos, ella tiene a un personaje oscuro y corrupto como persona de plena confianza. La mochila de Keiko está llena de gente corrupta, de gente con vínculos con el narcotráfico, de personas que aún piensan que las esterilizaciones forzadas, las matanzas, persecuciones y demás delitos estuvieron bien, y no conformes con eso, llaman a los que no olvidamos y rechazamos la candidatura de la hija del reo Fujimori: “terroristas”. Únicamente esperan que gane Keiko y volver con las persecuciones y matanzas. Este documental es un testimonio más de todo lo que el fujimorismo fue y es. Sé que varios simpatizantes del fujimorismo no desean aceptar estos testimonios como verdad, pero, ¿cuántos más tendrán que ser para que se den cuenta que los próximos testimonios pueden ser de ellos?, ¿Cuántas lágrimas más tienen que caer para darse cuenta que los ojos pueden ser suyos? Salir a las calles y protestar es ahora una obligación, no basta con ser un simple espectador, no basta con seguir la marcha desde un ordenador, no seamos indiferentes. Por Barrios Altos, por la Cantuta, por las más de 300 mil mujeres esterilizadas contra su voluntad, por Pedro Huilca, por las y los perseguidos, por las y los desaparecidos… La indiferencia y el pesimismo no es una alternativa, pues lo verdaderamente importante no es el nacimiento o la muerte, sino la calidad de los días que vivimos. Si, humillado, olvidas tu condición humana…y callas, ya eres un cadáver que hiede. La verdadera vida es la lucha.

https://vimeo.com/168694171